ECO Nº 27 - AGOSTO 2015

NOTICIA DE LA SEMANA

Dos mil kilómetros de pedaladas

“Yo quería ver mundo, aprender”, nos dice Irene Dolores Willet Osulivan como justificación principal de su aventura del pasado mes de junio, en el que recorrió en bicicleta los dos mil kilómetros que separan Holanda de Transbernardo, en Bospolín, donde reside su padre, Rens, y donde tiene su vivienda familiar cabranesa.

“Hubo mucha gente que me decía ¡pero es tan peligroso! ¿Por qué lo haces? Y yo les respondía que consideraba que no era un peligro para mí. Porque yo creo que en el mundo hay más gente buena que mala, y me fue muy bien. Me resultó más y mejor de lo que podía imaginar. Fue increíble. Me encantó todo. Me encontré con gente muy guapa y muy simpática, con vistas panorámicas, con pueblos, con playas, fantástico todo”.

Le brota añadir que de los tres países por los que transitó, “España es mi favorita, porque ¡es tan bonita, sobre todo su costa! Holanda es plana y en Francia todo eran cuestas. En España, también montañas, pero preciosas”.

El viaje de Irene duró exactamente un mes, del 4 de junio al 4 de julio, día en el que llegó a Santa Eulalia, ¡y pinchó una rueda de su bici!. “Sí, tuve tres pinchazos en total, el último precisamente cuando llegué a Santa Eulalia, donde también se me rompió un zapato. El primero lo sufrí en Holanda, al lado del tren, y no tenía en ese momento una bomba ni herramientas para solucionarlo. Menos mal que encontré a unas personas, quienes me preguntaron, me invitaron a que les acompañase y me lo arreglaron. El segundo pinchazo me ocurriò en Irún, en una calle con muchos coches y lejos de todo. Pero en ese momento yo ya tenía lo que necesitaba para repararlo. Pasaban coches, pero en diez minutos cambié la rueda. ¡Fue muy fácil!”.

La ruta que siguió fue por carreteras secundarias, a las que ella llama “segundas calles”.

Sí, empecé a las siete de la mañana en Naimege y me fui para abajo, a Rotterdam, y después casi hasta París, al oeste, porque no quería entrar en la ciudad, pues se necesita un día para cruzarla. Seguí a Poitiers y ya en España opté por el Camino de Santiago, por la costa. Yo tenía un libro de ese Camino y tenía esa idea. En Francia es imposible seguirlo, porque no está marcado muy bien; pero una vez en España es muy fácil. Todo está señalizado, hasta los lugares para dormir. De París para abajo, en cambio, resultaba difícil encontrar eso.

Irene agrega que “en los albergues la gente es muy maja. De hecho, en uno de ellos, se pusieron a mirar mi libro y alucinaban con el hecho de que había comenzado mi itinerario en Holanda y pidieron un aplauso para mí. Hasta me dieron un regalo. Yo me sentía muy feliz por tantas atenciones”.

Y antes de llegar a España y a la ruta de los albergues, ¿cómo te las arreglaste para dormir, para asearte, para todo eso…?

Muchas veces me fui a campings. Y en dos ocasiones, en León (un pueblo de Francia) dormí en el bosque, al lado de un río, y me sentí muy bien. Pero es verdad que en los albergues yo me sentía más protegida.

¿Qué comiste durante todo ese mes?

Casi todos los días me comía pan, queso y tomate, porque no tenía un fuego para cocinar. Y también cacahuetes, porque llenan mucho. Con queso tenía para cuatro días.

¿Y bebidas? ¿Acaso energéticas o así?

No. Agua. Siempre agua.

¿Y llamaste la atención a alguna autoridad, o pasaste desapercibida?

Bueno… No llevaba casco y cuando entré en España un policía me paró y me dijo: “Necesitas casco”. Pero después estuvimos hablando y él se mostró muy simpático. Yo le conté mi viaje y él flipaba. “Pero necesitas comprar el casco”, me indicó al final. Y yo le dije: “Sí, sí, sí”. Y me fui. Fue el único problema que tuve.

¿Hiciste siempre un promedio de kilómetros, cada día, o unos días más y otros menos?

Cada día yo quería hacer cien kilómetros. Pero había días que hacía más y otros menos, dependiendo, sobre todo, de las cuestas… y de mi energía.

¿Y en todo ese mes, la meteorología qué tal se comportó?

 No he tenido ni un día de lluvia. Pero sí treinta y siete grados. Y cuando hace calor es muy difícil para biciclar, porque, además, me encontré cuestas muy grandes y con el sol era casi imposible. De hecho, cuando llegué a Santander estaba un poco desilusionada de todo y no tenía vitalidad. Mi cabeza no estaba muy bien, me dolía, y mi cuerpo estaba agotado. Yo bebía mucha agua. No estaba acostumbrada a tanto sol. Pero he tenido mucha suerte de que no lloviese. Muchísima suerte.

Otras anécdotas o circunstancias de viaje habrás tenido…

Yo tengo muchísimas historias, sí, y todas muy bonitas y muy felices, aunque alguna menos buena. Subiendo una cuesta me encontré a dos chicos, uno de Sudáfrica y otro de Estonia. Les propuse hacer el viaje juntos, pero éste estaba un poco raro, con mentiras de todo tipo. Entonces te das cuenta de que viajar está muy bien y te encuentras a muchísima gente buena, pero también te encuentras malos, y siempre necesitas mirar a todos, porque nunca sabes cuándo hay uno malo. Realmente, el mundo es un buen sitio, pero necesitas tener ojos detrás de la cabeza, porque nunca sabes…

¿Con cuánto presupuesto contaste para esto? ¿Tuviste que hacer mucho gasto para hacer este viaje?

 No. Con la bici viajar es muy barato…, aunque cuando te encuentras con personas te gastas un poco más. En total, me salió por unos trescientos euros, si bien disponía de más. En realidad, sólo compré pan, queso, tomate y algunas cosas para reparar la bici, como por ejemplo la bomba. Yendo a hoteles gastas más. Sí es verdad que también tuve gasto en los campings. Cada uno cuesta como diez euros. Y ese fue mi gasto.

¿Repetirías la experiencia?

 Sí. Yo quiero volver a hacerlo. Pero no la misma ruta. Éste fue el primero de muchos que vendrán, pero no sé si en bicicleta  -que me gusta mucho, porque lo ves todo-  o en otra diferente forma de viajar.

Sus padres, su inspiración

“Mis padres son mi inspiración para viajar; ellos me lo enseñaron”, nos asegura Irene como colofón de su narración. Y es que, efectivamente, su padre, Rens Willet  -presente durante la entrevista-, nos aclara que él ya había hecho esta ruta, en dos ocasiones, y también en bicicleta, “pero con treinta años, no con dieciocho, como Irene”.

Coincide con su hija en que “la bici es un medio buenísimo para viajar, y barato, y ahora ella tiene esa experiencia que nunca va a olvidar”. Y también en que “hay muy buena gente por ahí; lo que ella ha contado lo reconozco todo”. Y con una precisión: “Mi primer viaje a pedal lo hice desde Holanda hasta la frontera; yo no sabía en ese momento de la existencia de Asturias”.

Y hubo un tercer viaje de Rens, aún más increíble, desde Holanda hasta Bospolín: ¡En tractor!

Sí, con ellos, en el remolque. Hicimos entre 170 y 180 kilómetros por día. Nos llevó no un mes, sino doce o trece días, porque ahí no hace falta descansar mucho. Y también es un viaje muy guapo, aunque más expuesto al frío. Yo tuve que abrigarme mucho. Lo peor fue el ruido, del motor. Tuve también que evitar cruzar ciudades y usar autovías o autopistas. No seguí una línea recta, pero me resultó muy bien. ¡Y llegué a Transbernardo!

VERANO 2015 / NUESTRAS FIESTAS

Niao, de parrillada y enlucimiento

También Niao, en la parroquia de Viñón, goza de movimiento asociativo, de vecinos. Este domingo celebrarán su fiesta anual, con una parrillada en su plaza de La Cimentada. En nuestra última página damos cuenta de los preparativos y afanes que se tomaron para dejar el pueblo digno de ser visitado… y de degustar las costillas, el pollo y el chorizo criollo, con arroz con leche de postre. Dispondrán de carpa, con aforo para 120 comensales. También tienen incluido en el programa juegos infantiles, la rifa de un jamón y de platos caseros y dulcerías, y se hará público el fallo del concurso que organizaron para adorno de las casas con flores. Además, tendrán un detalle con el socio de más edad.

No parará ahí el asunto, pues para el siguiente domingo, día 16, a las siete y media de la tarde, habrá una chocolatada con churros, en la misma carpa, gratis para los socios y con un precio de 13 euros para los no socios.

¡Ah! Y el precio de la parrillada: 12 € para los socios adultos y 25 para los no socios. A partir de las 2 de la tarde. La llaman: “Comida anual de convivencia”.

AGENDA SEMANAL

Cine en Santa Eulalia. Viernes, 7 de agosto, a las 10 de la noche, en la Plaza del Emigrante (en caso de lluvia, Casa de Cultura). Proyección de “La torre de Suso” (una historia de mediados de los ochenta), dentro del ciclo de verano que organiza la Biblioteca.  

Cine en Fresno. Sábado, 8, a las 10´30 de la noche, en el robledal (o en la escuela de El Llano, en caso de lluvia), proyección de la película “Amanece que no es poco”. Organizado por la Asociación San Antonio.

Exposición en Santa Eulalia. Manuel Fuentes Martín (de Gijón, miembro de Ensinluz, que la organiza) nos ofrece en la Casa de Cultura de Santa Eulalia (primera planta del Ayuntamiento)  una muestra de su apasionante colección de fotografías y de cámaras antiguas de fotos. De ésta posee más de 50 y podremos ver en torno a 25. Viajante de profesión, fue adquiriendo en mercadillos estos tesoros. Hasta el 23 de agosto. Sábados y domingos, de 11 de la mañana a 7 de la tarde. Y durante la semana, en horario del Ayuntamiento y Biblioteca.

Exposición en Torazo. El escultor Santi Cores Rambaud da a conocer en la sala polivalente (entrada por recepción) de la Hostería de Torazo trece piezas labradas en madera, de gran calidad. Hasta finales de agosto.

Mercado mensual. Este domingo, día 9, la Asociación que promueve “El Tenderete” celebra en la Plaza del Emigrante de Santa Eulalia su mercado del mes, con música de blues y un taller para reparación de bicicletas como novedad especial.

Sin Telecentro. El próximo lunes, 10 de agosto, el Telecentro estará cerrado. Reanudará su actividad el martes, en su horario habitual, de 3 a 8 de la tarde.

Camión de Cogersa. Estará en Torazo, el próximo jueves, día 1, de 9 a 11 de la mañana; y en Santa Eulalia, el mismo día, de 11´30 a 2 de la tarde. Para recogida de electrodomésticos y desechos especiales.

Cultos. Iglesia de Santa Eulalia. Domingo, día 9 (Semana XVIII del Tiempo Ordinario), misa a las 13 horas (por Familia González Escandón). Y el jueves, 13 de Agosto, a las 6 de la tarde, en la Residencia de Personas Mayores. Iglesia de Torazo: Domingo, 9: Misa-funeral a las 12 (primer aniversario del fallecimiento de Guadalupe Palacio Blanco, madre de María Isabel Naredo Palacio, co-fundadora de la Parrilla El Sena), . Y el miércoles, 12, a las 5 de la tarde, en la Capilla de La Sienra.

Y recordamos:

Prohibidas las quemas hasta octubre. Durante los meses de julio, agosto y septiembre están prohibidas las quemas de rastrojos, restos de limpia de finca, matorral o cualquier otro producto. (Bopa del 19 de junio)

HUELLA CABRANESA

La cocina de los aplausos.  Ahí está, en Cambados, semitapada, en el centro del grupo de 17 cofrades del Arroz con Leche que el pasado fin de semana lucieron nuestra enseña por las calles cambadesas. ¿El motivo? Acompañar a los cabaleiros e donas do Albariño en su Fiesta vinícola, declarada de Interés Turístico Nacional. Quizá por eso las calles y el recinto ferial estaban con muchísimo público. Y lo sobresaliente para nosotros fue que, en el desfile cívico desde el Ayuntamiento hasta el patio de armas del Palacio de Ferriñans  -de casi un kilómetro de recorrido-, cuando aparecieron nuestros representantes portando el ramu (que reproduce esa cocina de imitación, antigua y de leña), que eran los únicos que lo portaban y la delegación más numerosa de las 25 presentes, la gente rompió a aplaudir. Y, después, numerosos curiosos pidieron hacerse fotos, con dicho ramu, y gran cantidad de cámaras se pusieron en acción, incluida la del periódico “Faro de Vigo” (actualmente, por cierto, diario decano de la prensa española), que incorporó una imagen a sus ediciones digitales y en papel. También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presente, se interesó y conversó con nuestros cofrades, preguntándoles dónde está Cabranes. El autor de tan descollante ramu-cocina es Fernando Ginés Martínez Martínez, director de la oficina de Caja Rural en nuestro Concejo y  -a la vista está-  más que destacado y fervoroso ebanista en su tiempo libre.

ENTRE NOSOTROS

El cabranés de Santa Eulalia, Óscar Rodríguez Buznego, escribió el pasado jueves en “La Nueva España” que “el cambio cultural de la sociedad española promete tener más alcance que el puedan tener los votos en el sistema de partidos”. “Las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas  -añade-  nos permiten observar este fenómeno tan prometedor para la política española, cuya fuerza y consistencia habrá que calibrar bien”. Y tras resaltar que lo primero que se aprecia desde ese Centro “es una población que se ve notablemente feliz” y que “está alegría de vivir es, según la opinión común, un rasgo distintivo de la idiosincrasia de los españoles”, concluye: “Si queremos seguir una buena marcha democrática, debemos prepararnos para una conversación política difícil, dejarnos de tensiones estériles y buscar acuerdos”.

ÚLTIMA PÁGINA........, POR ESTA SEMANA

Vecinos ejemplares. Niao huele a pueblo ejemplar. No será con la fragancia de los Premios Príncipe de Asturias, pero sí con la enorme satisfacción del deber cumplido. Y nada menos que de la mano de la recuperación de las sextaferias. Además, no tienen reparo en la superstición. Trece hay en esta foto, realizada ante sus cuatro carretillas y herramientas de trabajo empleadas  en la limpieza de caminos y zonas comunes de la localidad. Lo hicieron ya a mediados de julio y con vistas a la fiesta anual de la Asociación que, como informamos en la página 6 de este número, celebrarán este fin de semana. Impulsada esta actividad por esta denominada “Asociación de Vecinos de Niao”, con perfil propio en la red social Facebook, tampoco se han detenido ahí, pues han convocado un concurso de adorno de casas, con flores, que han podido ser votadas a través de la citada red, donde se podían ver fotos de las seleccionadas. Niao, pues, se ha sumado, con gran impulso e innovación, a otros pueblos cabraneses que ya han hecho de la sextaferia una bandera y una solución de futuro, sin extremar la dependencia de instancias oficiales.