Don Higinio Monte Cuesta, creador junto con sus alumnos de “El Eco Escolar”, fue un maestro seguidor de Freinet que nunca consiguió la ansiada imprenta, pero no por ello cejó en su empeño de emular al destacado pedagogo.
Al igual que Don Higinio C. Freinet fue, antes que nada, un maestro de pueblo. Monte supo mucho de locales y medios inadecuados, de soledad e incomprensión, de aislamiento; pero también tuvo ocasión de aprender mucho de las gentes del pueblo. Contrariamente a lo que sucede con la casi totalidad de los pedagogos más conocidos, Freinet empezó por hacer diferente su escuela; no partió, pues, de una gran teorización pedagógica, sino del intento de dar respuestas prácticas válidas a los múltiples problemas que su actividad cotidiana planteaba. Esto es lo que hace que la pedagogía de Freinet sea realista y práctica, la pedagogía de un maestro de la base.
Freinet Propone una pedagogía basada en el niño, en sus posibilidades, necesidades y deseos. Introdujo el método natural de aprendizaje, un método que permitia al niño aprender en la escuela como aprendía en la vida. Esto es, el método del “tanteo y ensayo”, como el mismo denomina. La finalidad de su pedagogía era dar respuestas válidas a los problemas que plantea la vida diaria y para ello su enseñanza está basada en novedosas técnicas y recursos.
Es una pedagogía, en teoría, opuesta al individualismo, a los logros particulares. El instinto cooperativo de Freinet se pone de manifiesto no sólo en la forma de organizar las actividades con los alumnos si no que busca la cooperación con sus compañeros para compartir problemas y soluciones.
El trabajo desde el punto de vista de Freinet se canaliza en gran medida a través del periodismo escolar y constituyen una de sus grandes aportaciones por medio de un texto libre, votado por los mismos niños, los alumnos aprenden, se distribuyen las tareas, adecuadas a las posibilidades de cada niño, se establecen los ritmos de trabajo, se reparten responsabilidades; a través de la imprenta el niño aprende a leer, pero aprende además a cooperar, a relacionarse con los demás, a responsabilizarse de su trabajo... Similar valor educativo tienen otras muchas de las técnicas Freinet: el dibujo libre, el texto libre, la correspondencia entre escuelas.
Como cualquier persona, Freinet tenía sus influencias, que algunos estudiosos centran principalmente en dos: Su pueblo natal y un profundo estudio de los clásicos y de los Teóricos de la “escuela Nueva”.
Freinet basa su teoría en la nostalgia por un pasado donde quizá fue feliz. La vida del campo que él vivió en su niñez ofrece naturaleza con sensación de libertad, sobre todo cuando uno es niño, las gentes que pueblan el campo normalmente no tiene prisa, interaccionan, se comunican, también colaboran entre ellos y comparten problemas, se muestran cercanos y solidarios ante los demás. Pensando en una percepción global en la vida de los pueblos, aún hoy, se puede observar la cooperación.
En el campo los niños aprenden jugando y juegan aprendiendo, en realidad aprenden “ensayando”, sin que el concepto de aprendizaje se acuñe y se sienta como algo rígido y estresante.
Freinet proponía el aprendizaje espontáneo partiendo del verdadero interés del niño, lo que hoy podría llamarse aprendizaje no formal.