Hay quien ve el juego como un espejo de cada civilización, los pedagogos afirman que es una necesidad que el niño ha sentido siempre, en cualquier época, más allá del momento histórico que viva o la situación social en la que se halle inmerso.
El juego infantil tiene como objetivo conectar al niño con la sociedad por medio de objetos y acciones que imitan la vida cotidiana de los adultos. Los juguetes más antiguos dejan patente esa función ya que se asegura que el juego es el primero y más eficaz de los educadores.
Según refiere el libro de Borrás Llop diversas investigaciones llevadas a cabo sobre los pueblos del extremo norte de La unión soviética observan que los niños utilizan para jugar instrumentos que son réplica de las herramientas que usan para trabajar los adultos pero en un tamaño reducido.
En Asturias también se puede observar este caso. En ocasiones se pueden ver aperos de labranza: fesorias, palas y garabatos de reducidas dimensiones. Con la posibilidad de adquirir estos productos en las diferentes, ferias y mercados o también en las ferreterías de la zona rural. La pregunta que cabe hacerse es ¿hasta que punto es un juguete donde canalizar la imitación y hasta que punto no es una herramienta dedicada al trabajo infantil?
Desde muy pequeños los niños acompañan a sus padres en el trabajo del hogar y de la labranza, por lo que resulta difícil establecer una barrera de donde acaba el juego basado en la imitación y donde comienza a ser notorio el trabajo infantil. Jugar permitía mejorar el desarrollo físico y poner a la vez en práctica actitudes sociales para aprender a aceptar la derrota de una forma razonable o para asumir una victoria sin vanagloriarse.
Cada sexo tenía sus juguetes emblemáticos, para la niña es la muñeca que confeccionaba con cualquier elemento. De trapo. Con una patata y un saco, con panollas de maíz, etc… y con ella imitando a su madre aprendería a interpretar el papel que desarrollaría en el futuro.
Jugar a ser ama de casa era frecuente con cocinas y cacharritos y para el niño es importante imitar a los varones conduciendo el carro de las vacas, los tractores, camiones etc.